jueves, 30 de abril de 2009

Analectas

Los Cuatro Libros Tomado de la Biblioteca Mundial
Descripción
Las Analectas es uno de los clásicos fundamentales para los estudiosos Ruist (de Confucio). Fue recopilado por los discípulos de Confucio y por los discípulos de éstos. Principalmente recoge conversaciones y diálogos relacionados con Confucio y sus discípulos, que reflejan los puntos de vista y los principios de Confucio aplicados a la administración, la ética, la moral y la educación. La versión generalmente aceptada de Las Analectas tiene 20 secciones. Zhu Xi (1130-1200) de la dinastía Song tomó "El gran aprendizaje" y "La doctrina del medio" de El Libro de los Ritos y combinó estos extractos con El Mencio para crear Los cuatro libros en capítulo y verso con comentarios recogidos. La obra de Zhu Xi fue muy admirada en China, y durante varios siglos fue material curricular indispensable para aquellos que se preparaban para presentarse al examen del servicio civil. Así, Las Analectas ejercieron una profunda y duradera influencia en las sucesivas generaciones en China

jueves, 26 de febrero de 2009

Magnífica traducción de Lao Tsé

Tao Te Ching. Los libros del Tao. Edición y traducción de Iñaki Preciado Idoeta. Ed. Trotta. 2006

Iñaki Preciado en Tibet

La magnífica traducción del Dao De Jing, tanto en la versión más antigua de Guodian como en la más difundida y moderna de Mawangdui, que hizo Iñaki Preciado Idoeta para la Editorial Trotta precisa las dudas que aún se mantienen sobre las circunstancias de su escritura en las diferentes versiones y sobre la autoría del Dao. Aclara, además, las visicitudes que rodearon la transmisión del legado taoísta y su interdependencia con el budismo, introducido tres siglos depués en China. La entrevista que le hace Americo Virus a Iñaki Preciado en el Tibet muestra una semblanza poco habitual de un inelectual español.


Entrevista:

http://remandoenpolisindeton.blogspot.com/2008/11/iaki-preciado-madrid-1941-filsofo.html

domingo, 8 de febrero de 2009

UN MITO TAOÍSTA DE LA CREACIÓN

Mito de Pan Gu

La Inteligencia primera surgió del vientre en el que se fundían todos elementos, formado por el cuerpo de la Tierra y el Cielo.

Pan Gu

Antes de ser consciente de sí mismo se sumió en un sueño de 18000 años: Cuando se despertó puso orden. Con un sable “cortó y separó” el cielo de la tierra. Los elementos más luminosos ascendieron… Esa separación dio paso al tiempo y al transcurso invariable de los días. Pero temiendo que los dos mundos fuesen a unirse de nuevo empujó con sus manos al cielo, así comenzó a sufrir transformaciones creciendo nueve pies en cada una de ellas.
Al final de sus días, Pan Gu lloró; sus lágrimas dieron lugar al río Amarillo y al Yang Tsé. Después, suspiró y surgió el viento. Más tarde murmuró y nació el trueno. Tras y el cansancio miró a su alrededor y de las pupilas brotaron los relámpagos.



Pan Gu separando cielo y tierra

Cuando Pan Gu estaba en paz consigo, el tiempo era apacible sobre la tierra, mas cuando se llenaba de ira, las nubes negras desataban tormentas en el cielo.

La vida consciente duró tanto como su sueño fetal. Al término de los 18000 años aniquilado por su propio esfuerzo y por el horror que le inspiró la distancia que mediaba entre su cabeza y los pies, se desmembró y descompuso, para formar con su cuerpo disperso las cinco montañas sagradas de China. De su cabeza, que cayó al este, surgió el Tai Shan, de su tronco, que cayó en el centro se originó el Son Shan. Su brazo derecho dio lugar al Jen Shan del norte, el izquierdo al Jen Shan del sur. Sus pies al Hua Shan del oeste.



Creación del sol y la luna

Sus ojos se convirtieron en el sol y la luna. Sus cabellos echaron raíces y conformaron los árboles, sus pulgas y piojos dieron origen a los animales terrestres y peces. Sus huesos fueron las piedras preciosas y su sudor el rocío.

jueves, 5 de febrero de 2009

ENTREVISTA CON GAO XINGJIAN.

Gao Xingjian, premio Novel de Literatura en el año 2000, escribió, aparte de su famosa novela La Montaña del Alma y El libro de un hombre solo, otros relatos y cuentos realmente bellos e interesantes. A uno de esos relatos, En el parque, pertenece el siguiente fragmento:




"La muchacha se levantó de pronto; la sombra de una persona se acercaba con paso ligero desde el otro extremo de avenida.

- Al fin llegó.
El joven cargado con la cartera de lona pasó por delante sin detenerse. La muchacha se volvió.
- No es el que ella espera. Como tantas veces ocurre en la vida; ¡hay que ver!

- Está llorando.
- ¿Quién?

La muchacha se sentó cubriéndose el rostro; al menos las manos alzadas le ocultaban el rostro, o eso parecía, pues la osucridad reinante e el bosquecillo de la cuesta no permitía apreciarlo con claridad. Los pájaros piaban.

- ¿Aún quedan pájaros?
- No sólo hay pájaros en los bosques.
- Por aquí aún quedan gorriones.
- Te has vuelto arrogante.
- Así he podido salir adelante. Si no hubiera conservado un mínimo de arrogancia, hoy no estaría aquí.

- No estés tan hastiado del mundo, no eres el único que ha sufrido: todos hemos pasado por la experiencia del campo. Deberías compreder que una chica que se encuentra en el campo sin parientes ni conocidos pasa muchas más dificultades que vosotros los hombres. Si me he casado con él ha sido porque no tenía una opción mejor. Fueron sus padres los que arreglaron too para conseguir mi traslado a la ciudad.

- No te culpo de nada.
- No tienes derecho a culparme.
- Nadie tiene derecho a culpar a nadie.

Las farolas se encendieron y su luz se proyectó a través de las hojas verdes de los árboles. El cielo nocturno estaba nublado y costaba ver las estrellas sobre la ciudad; las farolas parecían refulgir con brillo inusitado en medio de la arboleda.

- Creo que deberíamos irnos.
- Sí, no tendríamos que haber venido a este lugar."

No se pueden condensar más emociones ni pinceladas sobre la realidad de China, de su historia inmediata, del forzado exilio interior que impuso la revolución cultural, de la situación de la mujer o de la libertad vigilada que sufren sus habitantes con menos caracteres.


Cuando le concedieron el premio a Gao Xingjian, en su discurso de agradecimiento defendió la libertad del escritor y del creador frente a todo tipo de poder y dictadura del mercado. Muchos años antes, en 1987, acusado de no reflejar en su obra "la realidad socialista" hubo de refugiarse en París, y dos años después, cuando su obra fue prohibida en China, adquirió el estatuto de refugiado político.

En el año 2008, Kosmópolis le entrevistó en el marco de un homenaje. En el siguiente link pueden ver el video de esta entrevista:

http://red.enfocarte.com/tv.php?videoid=96

lunes, 26 de enero de 2009

Guangyí y los Dazibao

Guangyì uno de los artístas de reconocido prestigio internacionalmente, recoge la tradición de los DAZIBAO (los grandes murales gráficos revolucionarios) para establecer una crítica a la China moderna. Aquí os traigo algunas de sus pinturas.

lunes, 19 de enero de 2009

COMICS EN CHINA

Los comics en china poseen una larga tradición. No en vano la pintura siempre estuvo ligada a la letra y a la grafía. Con los tiempos modernos surgió una nueva función crítica y de adaptación con las circunstancias. Ya en la época de Mao, los jóvenes revolucionarios acometieron una crítica despiada contra el staff político, usando para ello los dà zi bào tan característicos de la Revolución Cultural. En esta página tendréis ocasión de visitar los comics que actualmente se realizan en China.

VISITA MUNDO PERFECTO: http://world2.wanmei.com/

sábado, 17 de enero de 2009

PRINCIPIOS DEL TAOÍSMO

ALGUNOS PRINCIOS DEL TAOÍSMO

En el Yi King, el Libro de las Mutaciones, se dice que hay un hombre “que no sirve a soberano alguno y que con altiva audacia se dedica solamente a lo suyo”. Es el sabio oculto que vive en grutas, un personaje prototípico, venerado en China desde la más remota antigüedad.
Precisamente a las tres secciones del Canon Taoísta se les denomina “grutas”, que equivale a decir “comunicación secreta”, pues penetrar el misterio era como introducirse en una gruta. Y el animal que se introduce es el murciélago, habitante de las cuevas y símbolo de longevidad para los taoístas.

Lǎo Zi (老 子)

El taoísmo se asocia a la personalidad de Lao Zi. Pero este es un personaje enigmático que se confunde con distintos perfiles sin una clara definición histórica. Es posible que viviera en la época de Confucio, pero entonces no fue quien redacto el Dào-Dé-Jing 道 德 经, pues dicha obra que no puede ser anterior o contemporánea a Confucio (Kong Fu Zi).

Algunos emperadores como Che Huang Ti o Wu Ti, de la dinastía Han, se entregaron a las prácticas mágicas del taoísmo. El gran unificador de China, Qin Shi Huahg, quería “durar tanto como el Cielo y la Tierra, entrar en el agua sin mojarse y tener contacto con el fuego sin sufrir quemaduras”. En definitiva, las prácticas chamánicas se habían convertido en un ideal casi místico.
El taoísmo muestra predilección por lo oculto, lo admirable y lo sombrío. Hay una versión del “encuentro” entre Lao Zi y Confucio que representa al viejo maestro meditando en trance místico.

“En verdad, no parecía un hombre, era como un árbol reseco, semejaba un objeto abandonado. La saliva que caía de su boca entreabierta le mojaba las barbas.”
Lao Zi cuando despertó por el ruido que hizo el caminante, le dijo a Confucio: “Abandono mi cuerpo, mientras viajo sin cesar por los orígenes de las cosas.”

En el Canon, al principio de cada sección o “cueva” hay un texto “revelado” por cada una de las tres personas en que se manifiesta la divinidad de Tao. El Venerable Celeste de lo Originario es la primera emanación, luego, el Muy Alto Señor del Dào y, finalmente, el Muy Alto Señor Lao. Este era en la tradición mítica el propio Lao Zi.

A veces, los taoístas aluden a Tao como “Madre Universal”: es cauce por el que discurren todos los seres y es también la vía matriz. En el primer capítulo del Dáo-dè-Jing se dice que Tao es la madre del Mundo, y en un pasaje atribuido al propio Lao Zi, se le describe como un ser amantado por la Madre. La leche cósmica que nutre el feliz Lao-Zi tiene que ver con el elixir de la larga vida que tanto buscaron estos antiguos místicos y los alquimistas posteriores chinos.
Se dice que el Dào (camino) engendra el Uno, y que Uno engendra Dos. Esto significa que de lo originario surge el Yin y el Yang. El tres expresará la síntesis o cópula de la pareja básica en un núcleo de fuerza; por ejemplo tres lunaciones constituirán una estación.

Ese Dào, que es surco de fuerzas originarias, está relacionado con el espíritu del vacío (chen) que aparece en un valle. Así, el tema mítico de la divinidad de los valles está relacionado con el vacío de la tierra que forma un cauce por el que las aguas discurren. En muchas pinturas aparece un “sabio oculto” junto a un cauce de agua; precisamente, en un valle hundido. La pintura sugiere, simboliza y expresa los valores estéticos, que se unen a los valores de evocación moral, de modo que, sólo al mirar la pintura, uno advierte el sentido del surco y la profundidad del vacío.

Dào es la matriz de la que surgen 10.000 seres (en la numeración china existe un nombre para esa cifra). Tao es por ello, de algún modo, omnipresente. Dào es el granero, Dào se haya en la pintura, en el valle, en todos sitios. Es como ese lugar oscuro donde los campesinos guardan el grano y donde dormía el ama de casa para aumentar la fertilidad. Dào es también tesoro oculto, corresponde a ese lugar oculto en la mansión del poderoso donde se guardan celosamente los objetos de culto familiar.

Pero Dào es sobre todo innombrable. Cuando se habla de él deja de ser el verdadero Dào”, Dào es inefable. Si se le nombra, ya no es el verdadero Dào. “Lo que carece de nombre es origen del Cielo y Tierra. Lo que posee nombre es Madre de los 10.000 seres.”
Hay que ir vaciando a Tao de los nombres que pudiera ir recibiendo. Y esto se convierte en una ascesis particular del taoísta. Mediante esta vía de negación se “limpian” de toda limitación los atributos del Ser Supremo.

Dào, vacío de nombre, cuando ya no es nada (wu) entonces muestra su plenitud. De modo parecido, cuando uno está lleno de deseo, entonces ignora el misterio, debe vaciarse: “Cuando se logra aquietar el deseo, entonces contemplamos el misterio. Cuando se desea, entonces sólo contemplamos las cosas por encima”.

Dào dé Jing es el camino de la virtud (dè). Virtud como potencia, capacidad. Esa fuente de dinamismo interior brota cuando se adopta una actitud indiferenciada, semejante a Tao; para conseguir la actitud Te hay que hacer lo menos posible y lo mejor es no hacer nada (wu wei).
El sendero del Dào es el camino de la quietud: el arquero, cuando lanza su flecha para ganar recompensa, pierde la mejor ocasión de tensar el como si nada. Hay que conseguir una pasividad libre. Sólo entonces se logrará una espontaneidad óptima.

El sabio verdadero no se aplica, no estudia, no se esfuerza, logra todo con naturalidad. El taoísta tiene presente este paradójico precepto: “Procura no hacer nada…entonces, todo se realizará plenamente.”
Quien logra hundirse en el Dào ya nada tiene que temer. El que nada hace, triunfa; el fracaso jamás colgará de su acción como un fruto amargo y se habrá identificado con lo Todopoderoso. Pero no se trata de conseguir una fuerza singularizada en un hombre, en uno mismo, sino en participar de la potencia que rige el desenvolvimiento de toda realidad.

Quien se aplica, se complica,
Quien se abandona, logra el don.
Hay que ceder, día a día,
Legar, por fin, al no hacer.
Entonces, precisamente entonces,
Sin hacer nada, todo se cumplirá”

El taoísmo descubre en la renuncia un poder de invertir los valores. “La prosperidad es siempre base de infortunios”. “Con poco siempre se triunfa, con mucho siempre se fracasa”. Lo flexible dominará sobre lo más duro, la calma es gran perseguidora de tormentas, lo grande oculta su propia disminución: esta dialéctica de los contrarios se fundamenta en el Yin y el Yang, que se produce en el seno de lo indiferenciado. “Una vez Yin, otra vez Yang: ese es el curso del Dào.” Entiéndalo el prudente, el secreto de la conquista del mundo se halla en el no hacer.

EJERCICIO PRÁCTICO

Busca y comenta el significado en la lectura de los términos siguientes:

Yi –King
Lao Zi
Dào-de-Jing
Yin
Yang
Chen
Wu (nada)
Wu wei (no hacer nada)